FRANCHESKA I. LEBRÓN LÓPEZ, PUERTO RICO

 Francheska I. Lebrón López

PUERTO RICO



La palabra escogida

#DecirNOalascenizasTóxicas

A la lucha en contra del depósito de cenizas tóxicas.

A ti, porque estuviste conmigo en cada protesta.


Decir no.

 

Y decirlo con la misma furia

 

de los hambrientos cuando

 

se les niegan el pan.

 

Mirarnos en la calle

 

y redondear los labios para decir una vocal

 

que llegue hasta el otro universo

 

vestida a toda sílaba,

 

única,

 

como el mantra de los oprimidos,

 

decirlo suave y firme

 

como si nuestros pasos dependieran de ello.

 

Decirlo con la metáfora en todos los plurales posibles

 

porque somos todos los que negamos callar

 

la trinchera de los labios.

 

Repite conmigo,

 

a coro, con micrófonos, jachos, bayonetas,

 

con las pancartas del sueño,

 

con el recién nacido entre los brazos,

 

con los cadàveres de árboles asesinados

 

o con la caricia del viento en el rostro mientras se marcha.

 

 

Pujemos entre todos la palabra escogida,

 

porque decirla será la única manera

 

de no morir.

 



Multípara

 

El cuerpo es un arma cargada.

 

Se contrae, respira.

Un átomo muere en el intento.

 

Duele parir un árbol tan lleno de hojas.

 

Se contrae, respira.

 

 

La lágrima es un poema caminando por las mejillas.

Ya voy naciendo.

 

 

El corazón es una roca cayendo al vacío.

 

 

Mirar la muerte como a un ciego.

 

 

Bisturí.

 

 

El mundo de la vida

 

está postrado en la camilla de la espera.

 

 

Un ejército de manos aguarda en la trinchera

 

mientras voy de frente

 

esperando morir en el primer intento.

 

 

Un trío de almas dentro de un mismo cuerpo.

 

 

Tres corazones. Tres caricias. Tres poemas.

 

 

El cuerpo es un arma cargada,

 

ven y escucha el disparo.

 

 


El miedo de estar vivos

 

y cuando digo miedo,

 

lo digo con tristeza,

 

con la misma tristeza con la que río de las cosas

 

que así como la primavera,

 

llegan

 

y te florecen en la mano para después irse

 

en la corteza que el hacha golpea,

 

para hacerse humo en el poema de una casa.

 

Disculpen esta metáfora que es un árbol triste

 

y esta tristeza que parece un imperio,

 

es que tengo miedo a la mañana,

 

a que un día abra una ventana

 

y que este amanecer,

 

ya no me asombre.

 

 


Keler-hell

A la lucha en contra del cierre de las escuelas públicas

 

Mira desde aquella ventana,

 

que es igual a la entrada al infierno.

 

Mira cómo caminamos en círculos

 

sobre los pavimentos diciendo

 

que preferimos cerrar los capitolios que las escuelas.

 

Mira por la ventana al niño que toca los panderos

 

así como también toca la esperanza

 

buscando una metáfora que suene por toda la avenida

 

para decirte que cerrar una escuela

 

es como cerrar el futuro.

 

Escucha nuestros nombres por los altavoces,

 

Guayabota, Pueblito, Candeleros

 

y los otros nombres que ni tú misma conoces.

 

Siente nuestro coraje,

 

busca cómo salvarte de la furia que siembra pesadillas

 

para que no dejes de mirar a la niña que llora

 

porque la maestra que le enseñó el abecedario

 

no pudo en el tiempo,

 

enseñarle a perdonar.

 

Busca en el diccionario de los justos tu nombre

 

y sabrás como se dice canalla en tu idioma.

 

 


Un poema de pandemia

 

Un ejército de cosas pequeñas

 

construyen su imperio en el silencio,

 

el equipaje de madera

 

es una lluvia pesada sobre el asfalto

 

¿a dónde van los muertos antes de morir?

 

Yo pensaría, que hacen un trato,

 

bajan un gabán de algún armario imaginario

 

y en un estrado juran no mentir.

 

Piden el derecho a un abrazo,

 

el intento de un poema a la poesía de las cosas,

 

a ser por sólo este día, un lápiz, un tren,

 

o una botella de ginebra o quizás ser el intento

 

de un martillo en su oficio necesario para la mesa

 

en la que hoy comemos.

 

Hay un hombre en la calle llorando

 

 

¿será que ha logrado ser lágrima una última vez?

 

 


Si te dicen que escribo poemas, no les creas

  

Yo no sé domesticar la poesía,

 

ni darle de comer,

 

arrullarla en los brazos,

 

hacerla fuerte,

 

que es igual a entender el infinito,

 

como una fiera salvaje,

 

palpable

 

como un corazón

 

que nunca deja de latir,

 

una mirada intensamente pequeña

 

hacia la muerte del suspiro,

 

como este amor que nos queda

 

mientras caminamos por la calle

 

pensando la vida

 

como el universo

 

más árido.

 

Si te dicen que

 

hablo el idioma de los

 

empedernidos,

 

arroja sobre ellos

 

el invierno de la duda,

 

Diles que

 

el infinito tiene el tamaño

 

de una mano, de un lápiz

 

o de una cerradura,

 

o quizás la distancia de un árbol

 

que extiende sus ramas

 

cada vez que cae la lluvia.

 

 

Si te dicen que escribo poemas,

 

no les creas,

 

ni a ellos,

 

 

ni a mí.

 

 


Siempre se des(ama) en silencio

 

Como cuando un alma

 

se despide de los huesos

 

o como cuando

 

se mira deprisa

 

contando los cigarrillos que han muerto en medio de la calle.

 

Tal vez se desama

 

como cuando caminamos

 

a la intemperie siendo un gato

 

desaliñado, en busca

 

de víveres y nos regresamos

 

a casa

 

con las manos vacías

 

y con hambre.

 

Podría ser que el desamor se demora

 

como un reloj viejo

 

olvidado en una pared

 

o espera como la lluvia evaporada

 

en un gota vacía que desapareció ante los ojos,

 

o como una huella que nos dice

 

que tarda el amor

 

lo mismo que tarda el frío.

 

 

Siempre se des(ama) en silencio,

 

callada, lenta,

 

como el fuego:

 

ardiendo antes de extinguirse.

 

  

La Casa Editora de Puerto Rico

 

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BIOGRAFÍA

Francheska I. Lebrón López nació el 25 de septiembre del 1991 en Humacao, Puerto Rico. Tiene un Bachillerato en Matemáticas Computacionales de la Universidad de Puerto Rico en Humacao y una maestría en Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Su primer acercamiento a la poesía fue en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, cuando en el 2011 se incorporó al Taller del Círculo Literario Vértigo en mentoría de la escritora y profesora Dra. Alinaluz Santiago y el poeta y profesor Carlos Roberto Gómez. Publicó varios poemas en proyectos gestionados por Vértigo como lo fueron Vestigios de Sombras, Residuos de un cadáver, Entre dos rostros y la Antología Vuelos del Vértigo premiada por el Penn Club 2020 en la categoría de antología de poesía. Publicó en la Revista Corpus Litteratum de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y participó en la Antología Develos del Alma por Del Alma Editores. Militó en el Colectivo Poetas en Marcha que se caracteriza por difundir arte y poesía comprometida con la justicia social. Publicó en la Antología Oscar Hecho de Poesía gestionada por Poetas en Marcha y en la Antología por el cambio Social de La Casa Editora de Puerto Rico. Pertenece al grupo de teatro político Comando Teatral Alfonso Beal como performera del cual han teatralizado varios de sus poemas. Actualmente es profesora de matemáticas en la Universidad de Puerto Rico en Humacao y trabaja en el Proyecto de Modelaje Matemático y Epidemiológico del Departamento de Salud de Puerto Rico. Recientemente publicó su primer poemario titulado Lo que nos dejó el camino, premiado por el Penn Club 2020 en la categoría de poesía.


Reportajes:

https://www.upr.edu/estudiantes-y-egresados-de-la-upr-en-humacao-reconocidos-en-prestigioso-certamen-literario/

https://waloradio.com/reconocen-trabajo-literario-de-egresada-y-alumnos-upr-humacao-en-certamen/?fbclid=IwAR0H3XGlIAlsYlb-RWyA3DloH5wCZhcmuQ2WFFcovC6YEW9Jbtu80hgOmNY

Blog:  

http://uvedevalentina.blogspot.com/


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