ANA A. MARCHENA SEGURA, REPÚBLICA DOMINICANA


 ANA A. MARCHENA SEGURA

REPÚBLICA DOMINICANA


He vivido mi Via Crucis

Tantos días de silencios

 

Han atravesado

 

Como dagas

 

Mis pensamientos...

 

Hurgando con mis dedos

 

Cada llaga...

 

Tu dolor ha sido mío

 

Tu corona de espina,

 

Mi martirio...

 

14 estaciones transitadas

 

Caminadas paso a paso

 

Ascendiendo

 

La tortuosa vía

 

Doblada bajo mi propia cruz

 

Tan pesada...

 

En cada una deposité mis rodillas...

 

Tantas veces caí,

 

Tantas veces caí,

 

Me has levantado

 

Mi cirineo cierto,

 

Mi amigo

 

Mi buen samaritano

 

Mi Acompañante del calvario.

 

Lo sé por el reflejo sacro

 

De la brillante luz

 

Nacida de tus manos,

 

Pañuelo de mis lágrimas,

 

Cual manta bordada

 

Con misericordia y amor

 

Me has abrigado

 

Recogiendo las líquidas amapolas

 

Derramadas

 

Ensartando en agujas aceradas

 

Tu sangre y la mía

 

Hilando esperanzas...

 

Y cuando desfallecida,

 

En el medio del camino,

 

Vinagre en el alma y

 

La garganta,

 

Mire a los lados

 

Buscando un rostro

 

Que conmigo llorara...

 

No te vi,

 

No te vi

 

por mi cara neblinada,

 

Mas si sentí

 

Que me cargabas,

 

En amoroso gesto,

 

Tus brazos,

 

Piadosa mortaja,

 

Me abrazaban...

 

Clamé con fuerzas, y

 

Solo un susurro desfallecido

 

Acudió a mis labios:

 

¡Padre!

 

¡Padre!

 

Clava de una vez

 

Tus justas lanzas

 

Libérame del suplicio de la vida

 

Desata ya mi cuerpo

 

De esta alma

 

Y lánzame al vacío supremo

 

Intégrame al espacio doloroso

 

Que mana en tu costado

 

Llévame en tus brazos paternales

 

Recuéstame en tu pecho

 

Y sé mi nicho

 

Sepúltame en tus heridas:

 

Hazme aguarío de tus párpados

 

Hazme árbolcielo a tus pies redimida

 

¡¡¡Pero no me dejes aquí!!!

 

¡¡¡No me dejes aquí!!!

 

En esta tierra triste

 

Espacio de llanuras desoladas

 

Estéril manto del silencio impío

 

Mis némesis aquí

 

Te deposito

 

Recíbelas en tus manos

 

Ensangrentadas:

 

Ya lavé mi cuerpo

 

En Pamukkale

 

Ya caminé descalza sobre Uyuni

 

La Ola de Piedra fue

 

Mi casa

 

Bebí del cáliz de Riotinto

 

Dormí en Socrota en el estío

 

Mi tiempo fue purgado

 

En el Sahara

 

Y aquí estoy, preparada

 

Para que Uluru sea mi cama

 

Para dormir por siempre

 

¡Bajo Nyos!

 

¡Y te imploro!

 

¡Y te ruego!

 

Con la vida hecha hilachas

 

Destilando sales

 

Una última palabra,

 

Padre,

 

Un último pedido, grito:

 

Ten compasión de mi

 

Ten compasión de mi

 

¡Y no... no me resucites!

 

ONIRIADA

 

Amo la madrugada

 

Esa que resiste el destierro de los sueños

 

Esa que no conoce la palabra realidad

 

Esa que cobija los mundos imposibles

 

Solo posibles

 

Tras el velo de tus párpados

 

Y los convierte en vivencias

 

sensibles

 

Porque conversas,

 

Sin abrir tus labios;

 

Sientes,

 

Sin tener un cuerpo;

 

oyes

 

Sonidos impronunciables;

 

Ves seres que solo

 

existen en tu mirar;

 

respiras, el líquido denso

 

Del néctar del delirio;

 

Y palpitas, te atreves,

 

Palpitas

 

un corazón de flores

 

Que solo inventa

 

Tu ilusa

 

¡Imaginación!

 

Y tu cuerpo no es tuyo

 

Se incorpora a otros seres

 

Matinales

 

Se desplaza por doquier

 

Sin dueños ni restricciones

 

Vuelas hacia los cielos del alba

 

Nadas en los mares de la aurora

 

Con tu túnica rosa,

 

Brújula sideral.

 

Sobre tu espalda verde

 

Tejida de hojas

 

Y escamas acuosas,

 

Tu pelo desborda

 

Una húmeda noche

 

A modo de escudo,

 

Protege tu pecho

 

De nostalgias

 

Poblado de esperanzas

 

Doradas

 

Llevas por estandarte

 

Un puñado de semillas

 

¡Germinando en tu mirada!

 

Eso debe ser suficiente

 

Para pulular por el mundo

 

De la realidad,

 

Si es que

 

fuese madrugada

 

 

Todo el día...

 

Feracidad

 

Mis pliegues, vírgenes

 

Mis huecos, inhabitados

 

Nada ha desgarrado

 

Esta estoica cérvix

 

Sus sangres inocentes

 

Jamás me bautizaron

 

Dentro de mi matriz

 

Habitan

 

Hermosos seres de luz.

 

 

Allí se quedaron, dormidos

 

En su cuna de tul

 

Allí duermen sobre tejidos

 

De sangre y soledad

 

Ahí estarán por siempre

 

Insuflándome sus vidas

 

Transfundiéndome sus

 

Sangres

 

Cuando estoy desfallecida.

 

 

A veces cuando duermo

 

Sus voces me acompañan

 

Parece que me cantan

 

Una nana infantil

 

Sus corazones niños

 

Susurran melodías

 

Un coro de angelitos

 

Regala su concierto

 

Me acunan desde dentro

 

Me abrazan sus bracitos

 

Consuelan mis desiertos

 

Palpitan mi alegría

 

Y es entonces que comprendo

 

Que laten junto a mí

 

La Singer

            Salimos de la República Dominicana con la ropa que teníamos puesta.  Mi madre nos agarró de la mano y dijo que daríamos un paseo.  El paseo fue en avión y no regresamos hasta muchos años después a nuestra tierra.  Recuerdo que el único equipaje eran su cartera, nuestros pasaportes, su máquina Singer y unas cuantas lágrimas disimuladas en sus ojos.  No entendía para qué necesitábamos una máquina de coser para dar un paseo en avión.

            Lo dejamos todo: familia, amigos, colegio, ropa, muebles, fotos, el calor intenso azuano, la sirena de las siete, las doce y las seis, y tantas cosas más que acarreamos en nuestros cerebros.   Durante más de 20 años, la máquina de coser fue el único vínculo con nuestra vida anterior, y por eso entiendo ahora por qué mi madre la colocó en el centro de la sala a modo de altar. Cada día de nuestras vidas la veíamos limpiarla con devoción. Incluso cuando iba a usarla para hacernos esos trajes idénticos que tanto odiábamos mis hermanas y yo, le hablaba pidiéndole permiso.

            Un día, muchos años después, una de mis hermanas recibiría a unas compañeritas de la escuela y nos dijo, sin que mami se diera cuenta, que moviéramos o tapáramos la máquina de coser porque cómo ella le iba a explicar a sus amiguitas que nuestra mesa de centro de la sala era una máquina de coser… que se reirían de nosotros… que se lo dirían a todos en la escuela…

            Aprovechamos que mi madre salió con una de nuestras tías y tardaría mucho.  Corrimos por la casa buscando dónde la esconderíamos hasta que dimos con el closet de la abuela.  Allí la empujamos, pesaba mucho, hasta que quedara oculta detrás de las batas de abuela. Felices por la hazaña, nos pusimos a ver a Don Cholito en Encabulla vuelve y tira con una cara de inocencia que no reflejaba los sudores que teníamos bajando por nuestros cuerpos, ni nuestra respiración agitada.  Esperábamos ansiosos la llegada de nuestra madre porque sabíamos que se molestaría con nosotros.  Mi hermana me pidió de favor que cuando llegue dile, para que no se moleste con nosotros… que solo era ese día… que no volvería a pasar de nuevo...  Estaba más pendiente del sonido del carro que del Show del mediodía para salir corriendo hasta la marquesina, antes de que mami entrara y viera el sacrilegio que habíamos hecho con su máquina.

            Hacía rato que me estaba haciendo pipi y ya no aguantaba las ganas.  Se acabó el programa y empezó la novela de abuela. Creo que era Cristina Bazán con Johanna Rosaly -no estoy segura- y, aunque no nos gustaba, nos quedamos al lado de abuela por si acaso la cosa se ponía fuerte cuando mami llegara, ella nos protegiera. Como ya no aguantaba más, tuve que ir al baño con tan mala suerte que en eso llegaron mi madre y mi tía.  Cuando llegué a salir de baño, ya habían entrado.  Mi madre miró la sala lentamente y callada.  No dijo nada. 

            Después de comer, la tía nos llevó al supermercado a comprar unos encargos de abuela.  Nos tardamos mucho rato.  Cuando llegamos, abuela dormía la siesta y en la sala, en el centro, la Singer resplandecía ufana y orgullosa.  Mi madre nunca dijo nada.


BIOGRAFĺA

            Ana A. Marchena Segura nació en la ciudad de Azua de Compostela, en el suroeste de la República Dominicana.   Emigró con su madre y sus 3 hermanos a Puerto Rico en el 1984, donde reside permanentemente.  Ingresó a la Universidad de Puerto Rico donde estudió un bachillerato en Educación Superior en Español (Magna cum Laude).

En la misma universidad completó una maestría en Lingüística Hispánica (Summa cum Laude) con especialidad en morfosintaxis.  El examen de grado, así como la tesis, obtuvieron el grado de sobresalientes por unanimidad.  La tesis fue publicada por la Academia Dominicana de la Lengua Española (2012) con el título: La doble negación del español dominicano: la interfaz lingüística, dialectal y social. Por el aporte al acervo lingüístico dominicano de esta obra, la Academia Dominicana de la Lengua le hizo un reconocimiento en enero de 2012. 

            En mayo de 2007, fue la primera maestra del Sistema de Educación Pública de Puerto Rico en obtener una segunda maestría   Lingüística Aplicada al Estudio del Español como Lengua Materna, postgrado otorgado por el Programa Graduado de Lingüística de la Universidad de Puerto Rico (Summa cum Laude). Posee estudios doctorales en el área de Lingüística Hispánica de la Universidad de Puerto Rico y un doctorado en educación de la Facultad de Educación de la UPRRP en Currículo y Enseñanza del Español.

Fue profesora Adjunta del Programa Graduado de Lingüística de la Universidad de Puerto Rico desde el 2008 hasta el 2016 en el cual se desempeñó como profesora de Lingüística a nivel Graduado y del Recinto de Cayey (UPR).  Dirigió el Certificado Graduado de Lingüística de la Facultad de Humanidades de la UPRRP hasta junio de 2018.  En la actualidad es investigadora de la Facultad de Educación de la UPRRP y es la rectora del Colegio Universitario de san Juan, Institución en la cual presidió la Junta de Síndicos del 2018-2019.

            Ha publicado varios trabajos investigativos en el área de lingüística y varios de sus poemas y cuentos han sido publicados en las antologías Abrazos del Sur (2011, 2012, 2013, 2014 y 2015) del colectivo Canciones sin fronteras que reúne escritores latinoamericanos. En Abrazos del Sur (2013), publicó su primer cuento La Singer.  En mayo de 2016, dos de sus obras fueron reconocidas por el Rector de la Universidad de Puerto Rico, Dr. Carlos Severino dentro del acervo intelectual puertorriqueño en la Obra Creativa País: Migración (cuento, 2015) y Pasado, Presente y Futuro (poemario, 2014). Su segundo poemario Doledades, se publicó en abril de 2019 en el marco de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, República Dominicana. Grietas en el Tiempo ((Editorial Raíces), del cual es coautora, salió a la luz en el mes de marzo del 2019, coautora de la Antología Latin American Cultural Heritage de New York en el 2020 y en la Antología de la APPU (2021).

            Se ha destacado como conferenciante y escritora en temas sobre lingüística y educación, temas que investiga y expone como consultora educativa y lingüística para varias compañías especializadas en estos temas (Editorial SM, Editorial Santillana, A Plus Consulting, entre otros).  A su vez, ha publicado varios artículos en temas de lingüística y educación en varias revistas especializadas y congresos nacionales e internacionales. Designada Embajadora Cultural por la gobernación de Azua de Compostela (2013); Hija Meritísima de Azua (2013); Profesora Emérita Universidad Tecnológica del Sur (2013). En septiembre 2016, fue una de las escritoras de la Diáspora Dominicana invitada de honor a la Feria del Libro Dominicano del Ministerio de Cultura.  Invitada de la embajada de España como ponente y presentadora de libros en Congreso de poesía Mesoamericana, Costa Rica (2017), UPA Panamá (2017, 2019), en la 77ma. Feria del Libro de Madrid (2018) y el Festival del Cultural del Fuego en Santiago de Cuba (2018), Toronto (2019, Santo Domingo (2019), entre otros.

Fue legisladora en el Municipio de Vega Alta durante el cuatrienio 2012-2016, Cuerpo en el que presidió la Comisión de Educación y Cultura y la vicepresidencia de la Comisión de Asunto de la Mujer; es vicepresidenta de la Asociación de Azuanos Residentes en Puerto Rico, entidad sin fines de lucro que gestiona ayudas para la comunidad azuana en República Dominicana y Puerto Rico. Es la presidenta del Comité Pro Pacientes Inmigrantes con Cáncer del Hospital Oncológico Dr. Isaac Martínez González de Puerto Rico, asesora educativa de la Casa Dominicana y Representante de las Comunidades Extranjeras ante la Reforma de la Policía de Puerto Rico y representante de la comunidad dominicana ante el Comité de Diversidad e Inclusión de la Cruz Roja Americana. Es cofundadora y vicepresidenta de la Fundación Casa Ana en la República Dominicana, proyecto socio-educativo que educa 40 niños en el sur de este País.  Durante el 2017 -2018, logró llevar seis (6) ambulancias a la República Dominicana mediante un acuerdo colaborativo con la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz Soto. El 23 de marzo de 2018 fue galardonada con el Reconocimiento Mujer Meritoria 2018 concedido por la Comisión Permanente de Equidad y Género de la Cámara de Diputados de la República Dominicana.  Actualmente es embajadora cultural 2021 del Latin American Cultural Hweritage, Inc. (New York) y Embajadora Cultural Mujer Girasol de Asorbaex Ginebra (Suiza).

Posee varias certificaciones en Horticultura de la Universidad de Puerto Rico (DECEP) y es arborista certificada por el Departamento de Recursos Naturales de Puerto Rico, conocimiento que le permite fungir como consultora para varias empresas y ofrecer talleres y conferencias para diferentes instituciones gubernamentales, comunitarias y privadas.

 

 

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