JOSUÉ E. PAGÁN CARBONE, PUERTO RICO
JOSUÉ
E. PAGÁN CARBONE
PUERTO RICO
VALORES: GUÍA DE LA
SOCIEDAD INTEGRAL
FRAGMENTO DE VALORES EN UNA SOCIEDAD CONFUNDIDA:
MORALIDAD Y EDUCACIÓN
HOSTOSIANA
Los
valores éticos y morales son esenciales para la conformación de un ser humano y
su preparación académica, y para la vida. Cuando vamos a la historia, las
sociedades más avanzadas del antiguo mundo se basaban en el sostenimiento de
dichos principios para su funcionamiento y la preservación de su cultura. En
esta coyuntura, es preciso definir la palabra valor. Molina (2008) y otros
autores sobre el tema, la definen de la siguiente manera: la palabra valor
deriva del latín “valere”, que significa ser fuerte, robusto, tener fuerza,
energía o poder, prevalecer, tener eficacia. En la citada definición vemos cualidades
que pueden extrapolarse al terreno de la educación estudiantil: la fuerza, la
potencia de un ser, cuya concientización se produce gracias al hecho humano. Un
currículo o una clase sobre los valores debe ser esencial para concientizar
acerca de la importancia de estos en la preparación de nuestros estudiantes.
Schmelkes (2002)
sostiene que una población participativa, profundamente democrática, crítica,
organizada, respetuosa y defensora de los derechos humanos, preocupada por la
justa distribución de bienes y servicios y del beneficio del desarrollo, será
una población capaz, incluso, de juzgar críticamente el rumbo del desarrollo
económico, de proponer vías de bienestar social, y de innovar desde una faceta
productiva. Una población formada enfáticamente en ética y valores, tiende a
privilegiar la democracia como forma de gobierno, pero, sobre todo, como forma
de vida, lo que supone un desarrollo profundo de la responsabilidad social y
política y del espíritu crítico. El individuo debe internalizar la
responsabilidad cívica de participar en aquello que le interesa; también en lo
que afecta a otros.
La persona formada en
valores ha de ser profundamente conocedora y respetuosa de los derechos
humanos, y valorará la vida y la paz, al creer en la resolución no violenta de
conflictos. La paz y la vigencia de un estado de derecho respetuoso de los
derechos humanos requiere la de una formación sólida en valores. Entender que
la paz no es sólo la ausencia de guerra, sino que se construye en la justicia;
que los seres humanos, por el hecho de serlo, tenemos derechos que han de ser
respetados y activamente defendidos, supone un proceso de desarrollo del juicio
moral sistemático y profundo. Un ejemplo de este pensamiento educativo es el
del prócer mayagüezano, Eugenio María de Hostos, quien postulaba que “la
educación basada en la razón científica, inspirada altamente en valores morales
como la responsabilidad, el deber y la defensa por los derechos, llevaba como
consecuencia a tener una sociedad libre de prejuicios y como consecuencia un
ser humano capaz de razonar críticamente”. La educación en nuestro país debe
enfatizar los postulados hostosianos, ya que en la sociedad en la que vivimos
actualmente, prolifera un liberalismo sin precedentes.
El Departamento de
Educación de Puerto Rico establece que el proceso educativo debe fundamentarse
en ideas racionales que inviten a establecer consideraciones puntuales sobre el
ser humano, en su consideración introspectiva y su vinculación al con el
universo que le sirve de entorno. En la búsqueda de dirección y sentido, el
enfoque filosófico hostosiano fomenta la sensibilidad del estudiante hacia el
prójimo, dentro de una dinámica que propenda a encaminarlo hacia las más altas
aspiraciones democráticas, y lo aleje del individualismo. Si vemos, el
Departamento de Educación tiene un sentido humanista y, sobre todo, inculca el
pensamiento de Eugenio María de Hostos en su filosofía.
El
propósito de esta investigación es analizar ampliamente si la filosofía
educativa hostosiana se lleva a cabo su totalidad en el currículo puertorriqueño
y en los cursos que ofrece. Cabe señalar que en este trabajo se analizará,
además, la teoría sociocultural de Vygotsky; con el fin de ver cómo se pueden
integrar ambas filosofías en el Departamento de Educación de Puerto Rico. Un
aspecto de suma importancia en esta investigación es establecer que el sistema
educativo de la isla necesita con urgencia una clase de valores en el currículo
escolar. Esto se debe a la escasa enseñanza de estos en los hogares y en el
mismo plantel escolar. La escuela debe ser el recinto en el que se consoliden
los valores que aprende el estudiante en el hogar, en su experiencia vital y en
su entorno en general. Hostos mismo identifica la escuela, según Pedreira
(1976), como “un lugar de preparación de conciencia del individuo, quien es
columna de toda sociedad”.
Sin embargo, los valores
se dividen en dos grupos, éticos y morales. Los valores éticos se definen de la
siguiente manera: están constituidos por una serie de normas o pautas que
regulan la conducta de los individuos, como la verdad, la justicia, la libertad
y la responsabilidad. Según Escobar (2008), la moralidad se define como un
conjunto de normas que busca la regulación de la conducta del ser humano en
sociedad; y añade que dichas normas deben ser interiorizadas y acatadas de
forma libre y consciente. Los valores morales modelan el comportamiento del
individuo. Corsin (2002), por su lado, presenta la moralidad como la
descripción de una persona o un grupo de personas cuya conducta es ética.
Los valores morales son el conjunto de prácticas o costumbres comunes a una sociedad, encaminadas a establecer la diferencia entre la manera correcta o positiva de actuar, y la incorrecta o negativa. Según Vázquez (2009), la moralidad facilita la convivencia en comunidad y guía las conductas prosociales. El comportamiento moral suele concentrarse, y hacerse evidente, en la masa de individuos que componen la sociedad escolar. No obstante, en una nación, lo importante de educar en valores es el resultado (que) palpable en la sociedad en general. Dicha educación debe estar orientada a formar hombres y mujeres de bien. A su vez, el hogar y los maestros deben ser el refuerzo mayor en la formación en valores. Estos son la guía primordial del estudiante. La educación debe ser la cúspide de una sociedad. Hostos la describe de la siguiente manera: “el proceso para el desarrollo de la razón, el desarrollo de un hombre completo, lo que incluye, cuerpo, razón, sentimiento y conciencia moral” (1976).
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BIOGRAFÍA
Josué E. Pagán Carbone educador en Historia. Tiene un bachillerato en Historia y una
subespecialidad en Psicología de la Universidad Católica de Ponce, Puerto Rico.
Cursó una maestría en Educación en la Caribbean University de Bayamón, Puerto
Rico, y estudia un doctorado en Política Pública con concentración en Educación
en Liberty University, Estados Unidos.
Fue maestro del Departamento de Educación de Puerto
Rico y en varias escuelas privadas. Enseñó los cursos de Historia Universal,
Historia de Puerto Rico, Historia de Estados Unidos, entre otros. Además, es
parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos con el rango de Sargento.
Pagán es especialista
en el tema de educación, valores y la filosofía hostosiana. Ha dedicado más de
cinco años a investigar la vida de Eugenio María de Hostos y su pasión por la
educación basada en valores éticos y morales para desarrollar un ser humano
integral. Ganó el premio internacional titulado EDUCACIÓN, DEPORTE Y
CULTURA, de Líderes Globales, una organización internacional dirigida por
la Naciones Unidas (ONU) y EDUCA Inteligencia.
VALORES
EN UNA SOCIEDAD CONFUNDIDA: moralidad y
educación hostosiana expone la pedagogía
hostosiana, la cual es la filosofía educativa y moral que persigue el autor. Es
su primera publicación en formato de libro bajo la Colección Pupa de Lamaruca,
Gesta Cultural Vitrata.
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